Los introvertidos suelen ser conocidos por su preferencia por la soledad, donde pueden recargar energías y reflexionar sobre sus pensamientos.
Sin embargo, no todos los introvertidos son iguales. Algunos pueden socializar con facilidad entre amigos, pero luchan contra la timidez y la ansiedad en entornos desconocidos.
Esto puede representar un desafío para aquellos a quienes les resulta difícil conectarse e interactuar con otros, lo que dificulta su capacidad para formar relaciones significativas.
Si bien está perfectamente bien disfrutar de tu propia compañía y priorizar la soledad, es esencial salir de tu zona de confort y relacionarte con el mundo que te rodea.
Salir de su zona de confort no es fácil, pero es necesario para el crecimiento personal y el desarrollo de relaciones sólidas.
Para ayudarlo a superar su ansiedad social, aquí hay algunos consejos para internalizar y prepararse para el éxito.
1. Cree en ti mismo
La mayoría de los introvertidos se sienten incómodos en las conversaciones porque se sienten ansiosos. Les preocupa que puedan decir algo inapropiado, parecer incómodos o ser juzgados por otras personas.
Estos pensamientos intrusivos nublan su mente y evitan que estén presentes en la conversación, lo que resulta en tartamudeo, jugueteo y otras cosas que pueden alejar a la persona con la que están hablando.
Por eso, para empezar, debes mirar dentro de ti mismo y desarrollar una mejor relación contigo mismo.
Debes esforzarte por creer en ti mismo e interiorizar que eres válido y digno de ser escuchado.
Siempre puedes esforzarte en practicar la etiqueta adecuada y ganar confianza en las conversaciones, pero confiar en ti mismo te permite expresar tus pensamientos y emociones de forma natural sin miedos irracionales o ansiedad de ser juzgado, descartado o invalidado.
2. Relájese y manténgalo natural
Ganar confianza para entablar una conversación con otros puede ser desalentador, especialmente si tienes problemas con la confianza en ti mismo.
¡Pero no temas! Con un poco de práctica y paciencia, puedes trabajar para relajar tus nervios y cambiar tu perspectiva para sentirte más cómodo en situaciones sociales.
En primer lugar, es importante reconocer que sentirse nervioso es natural y puede tomar algún tiempo controlar esos sentimientos.
Sin embargo, si te enfocas en el momento presente y te recuerdas que todo estará bien, puedes comenzar a relajarte y concentrarte más.
Una forma efectiva de relajarse es a través de ejercicios de respiración, meditaciones guiadas y otras técnicas de relajación.
Estas prácticas pueden ayudar a enseñarle a tu cuerpo cómo liberar la tensión y calmar tu mente.
Otra forma de cambiar tu perspectiva es cambiar tu forma de pensar sobre las interacciones sociales.
Por ejemplo, puede recordarse a sí mismo que lo peor que puede pasar no es tan malo después de todo; incluso si no le gustas a alguien, hay muchas otras personas a las que les gustará.
También es útil recordar que su ansiedad proviene de su mente, no de la situación en sí.
Practicar hablar más despacio y repetir lo que dice puede ayudarlo a sentirse más seguro en sus habilidades de comunicación.
Generar confianza en situaciones sociales requiere tiempo y práctica, pero con un poco de esfuerzo, puedes superar tus miedos y convertirte en un gran conversador.
¡Recuerda ser paciente contigo mismo y celebrar tu progreso en el camino!
3. Sea curioso
Los introvertidos prefieren estar solos ya que esto los hace más cómodos. Están más centrados en sus pensamientos e ideas que en lo que sucede a su alrededor.
Debido a esto, tienden a ser perceptivos y naturalmente curiosos. Les encanta profundizar en temas que encuentran interesantes.
Por eso, una forma de tener más confianza al hablar con los demás es canalizar esta curiosidad, haciendo que las conversaciones sean más ligeras y naturales.
Puedes sentir verdadera curiosidad por los demás y mostrar interés preguntando cosas como «¿cómo estás?» «¿a qué te dedicas?» o «¿cómo te fue en tu fin de semana?»
Escuche la respuesta de la persona con la que está hablando y haga más preguntas, responda a sus respuestas o comparta un poco sobre usted también.
Estar genuinamente interesado y canalizar tu curiosidad por los demás te permite profundizar en la conversación de forma natural.
4. Facilite las conversaciones haciendo preguntas
Las personas introvertidas tienden a estar ansiosas cuando involucran a otros en conversaciones porque se sienten incómodas por ser el centro de atención.
No siempre esperan hablar de sí mismos desde el principio. Pero lo bueno es que esto no debería ser siempre el caso cuando entablas una conversación con otras personas.
En lugar de hablar de ti mismo, puedes tener una conversación divertida cambiando el enfoque a la persona con la que estás hablando.
Intenta hacerles algunas preguntas, canalizando tu curiosidad interior. Permítales estar en el centro del escenario al principio, para que pueda establecer una relación y ganar confianza.
En este punto, también puede sentirse más cómodo hablando de usted mismo. Esto también le permite verificar si comparte intereses con la otra persona, como pasatiempos, hábitos o estilos de vida.
5. No tengas miedo de contarles sobre ti
Ahora que ha probado las aguas y se siente más cómodo hablando con la otra persona, puede contarles un poco sobre usted.
Tu conversación parecerá un interrogatorio si solo les haces preguntas.
Cuando comparta cosas sobre usted, es posible que desee evitar respuestas cerradas y de una sola palabra que terminen la conversación brevemente.
Agregue un poco de adorno a sus respuestas y «enganche» a la próxima conversación.
Un ejemplo es cuando te preguntan cómo te va, puedes decir: “Estoy bien, gracias. De hecho, estoy bastante emocionada porque mis amigos y yo vamos a ir a México este verano. No puedo esperar para visitar la playa.” en lugar de simplemente decir «Bien».
Desde aquí, la persona con la que estás hablando también puede compartir sus experiencias sobre ir a la playa oa cualquier otro país. Hay muchas cosas de las que se puede hablar con este tema.
6. Participar en conversaciones más profundas
Puede tener conversaciones más largas y profundas con la persona con la que está hablando haciendo preguntas abiertas.
Las preguntas simples solo le darán respuestas cortas de una palabra, pero es mejor comenzar conversaciones con estas preguntas.
Podría asustar a la otra persona si comienza de inmediato con preguntas abiertas.
Mezclar preguntas simples y preguntas abiertas puede llevar el chat a una conversación más sincera y auténtica.
Un ejemplo es preguntar, «¿De dónde eres?» Puedes preguntar a continuación: “¿Cómo es? ¿Cómo encuentras el estilo de vida aquí? ¿Cómo fue adaptarse a una nueva ciudad?
Ser introvertido a veces puede hacer que sea un desafío iniciar conversaciones con otros, pero ¿sabías que tus tendencias imaginativas naturales en realidad pueden ser una ventaja en esta área?
Al aprovechar su creatividad y hacer preguntas reflexivas, puede desbloquear un mundo de ideas y perspectivas fascinantes.
Como alguien que solía tener dificultades para socializar e interactuar con los demás, descubrí que hacer preguntas es una herramienta poderosa para conectarme con las personas.
Cuando se toma el tiempo para escuchar a los demás y preguntarles sobre sus experiencias e ideas, descubre que descubre cosas nuevas con las que resuena en un nivel más profundo.
Si bien puede ser tentador retirarse a sus propios pensamientos e ideas, hacer preguntas le permite ampliar sus horizontes y obtener nuevos conocimientos que quizás nunca antes había considerado.
Entonces, si está buscando conectarse con otros y aprovechar sus habilidades imaginativas naturales, intente hacer algunas preguntas reflexivas y vea a dónde lo lleva la conversación.
7. Sea perceptivo de las señales sociales
También debe ser sensible a las acciones de los demás y captar las señales sociales cuando hable con ellos.
Pueden estar respondiendo a usted sin saberlo a través de sus acciones.
Reaccionar a estas señales de manera adecuada ayudará a que los demás se sientan más cómodos hablando contigo, especialmente cuando los introvertidos a menudo se consideran esnobs debido a su naturaleza tranquila.
Un ejemplo es cuando te das cuenta de que la otra persona comienza a moverse o inquietarse cuando habla de un tema; tal vez deberías cambiar la conversación a un tema nuevo.
¿Alguna vez has notado que cuando estás perdido en tus pensamientos o no sonríes, la gente tiende a acercarse a ti con cautela?
He experimentado esto de primera mano, pero descubrí que hacer un esfuerzo consciente para estar más presente en el momento y reconocer a quienes me rodean puede tener un gran impacto en cómo me perciben los demás.
Al tomarme el tiempo para observar mi entorno y saludar a los demás con una sonrisa, descubrí que es más probable que las personas se acerquen a mí con una actitud amistosa y abierta.
Puede ser fácil quedar atrapado en nuestros propios pensamientos, pero tomarse un momento para hacer una pausa, respirar y reconocer a quienes nos rodean puede marcar la diferencia en nuestras interacciones.
8. Encuentra personas amables que te hagan sentir cómodo contigo mismo
No es ningún secreto que puede ser difícil superar la ansiedad y obligarse a hablar más con la gente.
Puede prepararse para el éxito dando pequeños pasos: comience a hablar con personas amables que lo hagan sentir cómodo.
Estas son personas accesibles y corteses que pueden ser lo suficientemente pacientes y comprensivas cuando hablan contigo.
Este tipo de personas no se burlarán de ti ni te humillarán si al principio pareces tímido o tartamudeas.
Eventualmente, puedes hacerte amigo de este tipo de personas: cálido contigo y relajado para pasar el rato.
Incluso puede diversificarse y ganar más amigos asistiendo a fiestas, teniéndolos como las caras amistosas familiares con las que se encuentra por casualidad o ve regularmente que sabe que lo apoyarán y se preocuparán por usted en cualquier situación.
9. Cuida tu mente y tu cuerpo
Puedes sentirte mejor contigo mismo y comportarte con una confianza natural si cuidas tu mente y tu cuerpo.
Hacer cosas concretas para demostrar tu amor por ti mismo te ayudará a interiorizar tus mantras de cuidado personal.
Puede abordar sus nervios aprendiendo más sobre las sustancias químicas de su cerebro. Buscar ayuda profesional también es un paso para cuidarse a sí mismo.
Llevar un estilo de vida saludable y activo y practicar la relajación puede ayudarlo a sentirse mejor en su mente y cuerpo.
Si siente que ha estado trabajando duro para cuidar de sí mismo, tiende a ser más imperturbable con los pensamientos que le molestan.
Siempre he sido insegura sobre mi postura y apariencia porque a veces no me gusta cómo ha cambiado mi cuerpo.
Pero desde que comencé a mejorar mi actividad física haciendo yoga, me sentí mejor conmigo misma.
Incluso si aún no alcancé mis objetivos corporales, todavía me siento más saludable y renovado cada vez que participo en actividades que implican un movimiento físico constante.
10. Sal de tu caparazón y disfruta de la vida
Los introvertidos suelen ser introspectivos con pensamientos e ideas ricos. Y estas son cosas maravillosas que todos deben presenciar.
La naturaleza autoobservadora de una persona introvertida tiende a obstaculizar la conexión con otras personas: sus pensamientos se vuelven más vívidos que la situación real, lo que hace que se detenga en las preocupaciones y los fracasos y errores percibidos.
Incluso pueden reproducir un escenario en sus mentes y castigarse por no hacer las cosas bien.
Estos pensamientos pueden hacer que los introvertidos tengan menos confianza al entablar conversaciones.
Es por eso que deben trabajar arduamente para desafiar estas preocupaciones cimentándolas en la realidad: si le preocupa equivocarse o decir cosas incorrectas, puede intentarlo y ver si lo hace.
Y si realmente los tuvo, puede tomarse un momento para reflexionar y aprender de ellos, asegurándose de que no vuelva a suceder y seguir adelante.
A veces, las cosas en realidad no son tan malas como parecen si las miramos de cerca.
Sal lentamente de tu caparazón y muéstrales a los demás lo increíble que eres.
Encuentra la felicidad incluso en las cosas más pequeñas de la vida porque también te lo debes a ti mismo.
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