11 cosas que hacen las personas productivas para maximizar su tiempo

¿Alguna vez te has preguntado cómo algunas personas logran hacer tantas cosas en un día?

Es como si tuvieran más horas que el resto de nosotros, ¿no?

Bueno, no lo hacen, simplemente usan su tiempo de manera muy inteligente.

Entonces, si buscas hacer más cosas sin sentirte apurado, estás en el lugar correcto.

Vamos a hablar de 11 cosas sencillas que hacen las personas productivas para aprovechar al máximo su día.

Vamos.

1. Planifican su día con antelación

¿Alguna vez has intentado hacer un viaje por carretera sin un mapa? Sí, es posible que eventualmente llegues a alguna parte, pero perderás mucha gasolina y tiempo en el camino.

La gente productiva lo sabe. Por eso planifican su día incluso antes de que comience.

Se toman unos minutos la noche anterior (o a primera hora de la mañana) para anotar lo que deben hacer.

Puede ser una lista de tareas pendientes, bloques de tiempo en su calendario o incluso algunas viñetas rápidas.

Tener un plan les ayuda a mantenerse concentrados. Es como tener un GPS para su día. Saben hacia dónde se dirigen, por lo que pueden llegar allí de la manera más eficiente posible.

Consejo práctico: utilice la “regla 1-3-5” cuando planifique su día. Elija una tarea grande, tres tareas medianas y cinco tareas más pequeñas en las que concentrarse durante el día. Esta configuración es manejable pero lo suficientemente ambiciosa como para que sigas avanzando.

Este método le brinda un marco estructurado pero flexible que hace que la planificación sea menos desalentadora. También le ayuda a priorizar, para que sepa exactamente qué necesita más su atención.

2. Evitan la trampa de la multitarea

¿Conoce esa sensación cuando hace malabarismos como un artista de circo: envía mensajes de texto durante una llamada, revisa correos electrónicos durante una reunión o cambia entre cinco pestañas diferentes en su computadora?

Es fácil pensar que lo estás aplastando al hacer tantas cosas a la vez.

Aquí está el truco: la multitarea es como ese refrigerio que sabes que no deberías comer. Se siente bien por un momento, pero en realidad no te llena ni te acerca a tus objetivos.

La ciencia también respalda esto. Estudios demuestre que la multitarea en realidad puede ralentizarlo y alterar la calidad de su trabajo.

Entonces, si bien puede parecer que eres el mejor ninja de la productividad, probablemente no estés haciendo ninguna de esas tareas particularmente bien.

Consejo práctico: desactive las notificaciones en sus dispositivos mientras trabaja en una sola tarea. Le ayuda a dedicar toda su atención a lo que está haciendo, minimizando las distracciones.

3. Toman descansos para hacer más cosas

Imagínate trabajar sin parar durante horas, pegado a tu pantalla o enterrado en papeleo. Podrías pensar que estás avanzando y haciendo las cosas.

Pero, ¿qué pasaría si te dijera que esos breves descansos que a veces te saltas podrían hacerte más productivo?

Así es. Dar un paso atrás para estirarte, tomar una taza de café o incluso dar un paseo rápido puede recargar tus baterías mentales. Es como darle a tu cerebro unas mini vacaciones.

Cuando regresa al trabajo, está más concentrado, es más creativo y comete menos errores.

Además, los descansos pueden ayudarle a ver el panorama más amplio. Cuando estás demasiado concentrado en los detalles, es fácil perderte los momentos “ajá” que podrían resolver un problema o generar una gran idea.

Consejo práctico: pruebe la técnica Pomodoro: 25 minutos de trabajo concentrado seguidos de un descanso de 5 minutos. Después de cuatro ciclos, tómate un descanso más largo de 15 a 30 minutos. Ayuda a mantener altos niveles de concentración sin agotarse.

4. Saben cuándo decir «no»

Mira, todos queremos ser jugadores de equipo, la persona a quien recurrir para todo, el héroe que puede manejarlo todo.

Pero seamos realistas: decir «sí» a cada solicitud, reunión y proyecto que se le presente es una vía rápida hacia la ciudad del agotamiento.

No se trata sólo de sobrecargar tu plato; se trata de diluir tu enfoque. Cada «sí» a algo que no está alineado con tus objetivos o prioridades es un «no» a algo que sí lo está.

El truco aquí no consiste en convertirse en un ermitaño que rechaza cada oportunidad. Se trata de tomar decisiones conscientes.

Pregúntese: «¿Esta tarea, reunión o favor servirá para mis objetivos más importantes o me distraerá?» Si es lo último, reúne el coraje para decir “no” sin sentirte culpable.

Si siempre estás en modo “sí”, esencialmente estás dejando que otras personas dicten cómo pasas tu valioso tiempo.

Recupera el control. Su tiempo es la moneda de su vida: gástelo sabiamente.

Consejo práctico: antes de decir «sí», haga una pausa y piense: «¿Está esto alineado con mis objetivos?» Si no es así, considere declinar cortésmente o delegar la tarea.

5. Usan la tecnología sabiamente, no sin pensar

A todos nos encantan nuestros dispositivos, ¿verdad? Un desplazamiento rápido por las redes sociales, una respuesta rápida a un correo electrónico o un vistazo a las últimas noticias: todo ello puede hacerte sentir como si estuvieras conectado e informado.

Pero aquí está el giro: no todo el tiempo frente a la pantalla es igual.

¿Recuerdas ese momento en el que desbloqueas tu teléfono para algo y, antes de que te des cuenta, estás perdido en el interminable desplazamiento?

Es como entrar en una habitación y olvidar por qué estás allí. Súper identificable, pero no súper productivo.

Así que aquí tienes una idea ingeniosa: trata tu tecnología como una herramienta, no como un pasatiempo. Utilice aplicaciones que aumenten su productividad, configure temporizadores para recordarle que debe tomar descansos o pasar a la siguiente tarea y desactive esas molestas notificaciones que no sirven para ningún propósito real.

Se trata de ser el dueño de tu mundo digital, no dejar que él te domine a ti. Porque, seamos realistas, esa notificación es adictiva, pero ¿marcar elementos de tu lista de tareas pendientes? Eso es realmente alto.

Consejo práctico: utilice bloqueadores de sitios web o aplicaciones como Freedom para bloquear temporalmente sitios web que le distraigan durante sus horas de trabajo.

6. Priorizan el sueño: no es negociable

¿Sabías que incluso la falta de sueño a corto plazo puede afectar ¿Tu estado de ánimo, tu memoria y tus habilidades para tomar decisiones?

Sí, pasar toda la noche en vela o escatimar constantemente en horas de sueño no es la insignia de honor que a menudo se cree que es. Es más como sabotear tu propia productividad.

Y bueno, nadie otorga premios al «Más quemado», ¿verdad?

La gente productiva lo sabe. Entienden que dormir es cuando el cuerpo y la mente se recargan, reparan y se preparan para el día siguiente.

Por eso hacen del sueño una prioridad, no algo que deban sacrificarse por una hora extra de trabajo o Netflix.

Piénselo: ¿correría una maratón con la batería medio cargada? Por supuesto que no.

Así que no esperes pasar el día sin darle a tu cuerpo y a tu cerebro el descanso que necesitan para rendir al máximo.

Consejo práctico: siga un horario de sueño constante, incluso los fines de semana, para regular el reloj de su cuerpo y mejorar la calidad de su sueño.

7. Primero abordan las cosas difíciles

¿Alguna vez has tenido una de esas tareas que son como una nube oscura flotando sobre tu cabeza?

Ya sabes, ¿el que sigues posponiendo porque es difícil, complicado o simplemente molesto?

Todos tenemos esos. Pero esto es lo que separa a los profesionales de la productividad del resto de nosotros: lo primero que hacen es asumir esas tareas desafiantes.

Se basa en la idea de que tu fuerza de voluntad está más fresca por la mañana, como la batería de un teléfono completamente cargada.

A medida que avanza el día, esa batería se agota. Entonces tiene sentido usar esa carga completa en las cosas difíciles, ¿verdad?

Consejo práctico: Pruebe la “Regla de los dos minutos” si le da miedo una tarea grande. Dedique sólo dos minutos a ello, ya sea escribiendo las primeras oraciones de un informe o clasificando una pila de papeles. Es posible que descubras que una vez que hayas comenzado, tendrás el impulso para seguir adelante.

8. Practican la atención plena para mantenerse concentrados

Probablemente hayas escuchado bastante la palabra de moda “mindfulness”. Puede que suene completamente zen y místico, pero en realidad tiene los pies en la tierra.

La atención plena se trata básicamente de estar completamente presente, de dar el 100% a cualquier cosa que estés haciendo.

Claro, es tentador dejar que tu mente divague; tal vez estés soñando despierto con tus próximas vacaciones mientras estás atrapado en una reunión.

Pero esas ensoñaciones son como pequeñas fugas en su cubo de productividad.

Entonces, ¿cómo te vuelves más consciente? No se trata de sentarse en posición de loto y cantar, a menos que sea lo tuyo, por supuesto.

Se trata de recuperarse cuando se está quedando dormido y guiar suavemente su atención de regreso a la tarea en cuestión.

Tu atención es una de las cosas más valiosas que tienes. Trátalo como si fuera oro.

Cuando te concentras en lo que tienes frente a ti, descubrirás que las tareas se vuelven más fáciles, cometes menos errores y, de hecho, haces las cosas más rápido.

Consejo práctico: Tome descansos breves y conscientes en los que se concentre únicamente en la respiración durante 1 o 2 minutos. Esto puede ayudar a restablecer su concentración y mejorar la concentración.

9. Aceptan el fracaso como un trampolín

En un mundo obsesionado con las historias de éxito y los momentos más destacados, puede parecer extraño celebrar los fracasos.

Pero escúchame: las personas productivas entienden que el fracaso no es el final del camino, sino más bien una parada en el camino hacia el éxito.

En lugar de esconderse de los errores o arrepentirse, examinan lo que salió mal, aprenden de ello y siguen adelante.

Es como convertir limones en limonada, o mejor aún, usar esos limones para alimentar una batería de limón.

Sí, ¡se vuelven así de creativos con sus contratiempos!

Mira, cada fracaso conlleva una lección, como una pequeña caja de sabiduría envuelta para regalo. Desempacar esa caja te ayudará a hacerlo mejor la próxima vez.

Si se encuentra tropezando, no lo considere una caída. Piense en ello como si estuviera recopilando información para su próximo gran salto.

Recuerde, el camino hacia el éxito está plagado de reveses. La diferencia es que las personas productivas los utilizan como trampolines, no como obstáculos.

Consejo práctico: lleve un “diario de fracasos” para anotar lo que salió mal y lo que aprendió. Revíselo periódicamente para recordar las lecciones aprendidas y lo lejos que ha llegado.

10. No esperan la motivación; Ellos lo crean

Dejemos de lado las tonterías: la motivación no es un hada mágica que te rocía con el polvo de «levántate y listo».

Esperar a que haya motivación para atacar es como esperar un autobús que nunca está previsto que llegue.

Te quedarás varado con tus objetivos muy lejos en la distancia.

La gente productiva entiende esto. Saben que la acción genera motivación, y no al revés.

Piénselo: ¿con qué frecuencia no ha querido hacer algo, pero una vez que comenzó, se metió en el ritmo?

La productividad no es un talento. Es un hábito. Es algo que se construye, día a día, tomando medidas, incluso cuando no te apetece. Especialmente cuando no tienes ganas.

Consejo práctico: establezca microobjetivos o hitos para una tarea para que sea menos abrumadora y obtenga pequeños logros que aumenten la motivación.

11. Saben cuándo desconectarse y recargar

Probablemente hayas escuchado la frase “trabaja duro, juega duro”, pero ¿qué tal “trabaja inteligentemente, descansa inteligentemente”?

Sí, las personas productivas saben que acelerar a fondo las 24 horas del día, los 7 días de la semana no sólo es insostenible; es una receta para el agotamiento.

Y dejemos esto claro: «Desconectarse» no se trata sólo de alejarse de sus dispositivos, aunque es un gran comienzo. Se trata de alejarse por completo del trabajo y tomarse el tiempo para cosas que le recarguen energías.

Ya sea leyendo un libro, pasando tiempo con sus seres queridos o simplemente sentándose tranquilamente con una taza de té, estos momentos de descanso son cruciales.

Una persona que ha descansado bien es una persona más productiva. No es ser perezoso; es ser inteligente.

Cuando estás recargado y renovado, aportas una mente más clara y una mejor actitud hacia tus tareas.

Por lo tanto, no piense en el tiempo de inactividad como una pérdida de tiempo. Piense en ello como tiempo invertido: en una persona más productiva, más equilibrada y más maravillosa.

Consejo práctico: programe un tiempo para “desconectarse” en su calendario, tal como lo haría para una reunión. Utilice este tiempo para actividades que realmente lo recarguen, haciéndolo no negociable.

En conclusión

El tiempo es nuestro activo más valioso y una vez que se acaba, no podemos recuperarlo. Entonces, ¿por qué no aprovechar al máximo cada momento?

Desde planificar su día con la regla 1-3-5 hasta saber cuándo es el momento de desconectarse, estas estrategias tienen como objetivo convertirlo en la versión más eficiente, efectiva y equilibrada de usted mismo.

No se limite a leer esta lista y olvidarse de ella: ¡actúe! Incluso los pequeños cambios pueden generar grandes resultados con el tiempo.

Entonces, ¿por qué esperar? Comience a adoptar estos hábitos y consejos prácticos y estará en el buen camino para convertirse en el profesional de la productividad que siempre debió ser.

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