A veces la vida parece una lista interminable de cosas por hacer que nunca llegamos a completar. Por esa razón, es importante recordarnos que la vida es más que eso.
Si damos un paso atrás y prestamos atención, descubriremos que incluso en los momentos más pequeños, hay suaves recordatorios de que nuestras vidas tienen un significado profundo.
Desde la calidez del abrazo de un ser querido hasta las victorias grandes y pequeñas que logramos, estos eventos cotidianos nos empujan silenciosamente a reconocer el significado de nuestra existencia.
Descubramos juntos estos notables recordatorios.
1) Familia/niños
muchos estudios han demostrado que las personas que tienen relaciones gratificantes con la familia, los amigos y su comunidad son más felices y viven vidas más largas con menos problemas de salud.
Para aquellos que tienen familia y/o hijos, tampoco hay mejor recordatorio del significado de la vida que ellos.
El amor y las conexiones que compartimos con ellos, además de crear nuevas tradiciones o rituales dentro de la familia, aportan un sentido de propósito y significado a la vida de todos los miembros de la familia.
Reflexionar sobre recuerdos compartidos, como vacaciones familiares, reuniones o momentos simples que pasamos juntos, nos recuerda el vínculo y la alegría que proviene de ser parte de una familia. Todos estos tienen un profundo significado emocional.
Aunque, a veces, la vida familiar y la crianza de los hijos pueden ser (muy) desafiantes, en general, es una experiencia de vida gratificante como ninguna otra.
Por otro lado, no debes sentirte presionado a casarte y tener hijos solo porque otros lo hagan.
Como pronto verá, hay muchas cosas fuera de la vida familiar que le dan sentido a nuestra vida.
2) Amigos
Los amigos son otro engranaje importante para vivir vidas más largas y felices llenas de significado. Y no hay muchas cosas en la vida que se puedan comparar con tener grandes amigos con los que compartes tu vida.
Tomarse el tiempo para socializar quita la carga de nuestras ocupadas vidas, ya que podemos hablar sobre cosas de interés compartido y disfrutar de actividades que nos hacen verdaderamente felices.
Saber que nuestros amigos nos respaldan incondicionalmente y que siempre tenemos un oído atento, un consejo o simplemente alguien que está ahí para nosotros es un recordatorio constante de que nuestras vidas tienen un propósito.
3) Mascotas
Las mascotas traen tanta alegría a nuestras vidas, y todo lo que piden a cambio es comida y mimos. Brindan apoyo emocional y nos miran sin juzgar.
Al brindarnos consuelo y recordarnos que no estamos solos en nuestras luchas, realmente son nuestros mejores amigos en muchos sentidos.
Para algunas personas, su amor por las mascotas va más allá de sus amigos e incluso de su familia. Quiero decir, puedo entenderlos un poco.
Sin embargo, hay suficiente amor para todos. ¡No tiene que ser una competencia, muchachos!
4) Celebrando hitos
Las vacaciones son el momento perfecto para ver a nuestras familias y amigos. Pero hay muchas ocasiones en las que podemos celebrar.
Por ejemplo, celebrar los logros de los demás, ya sean académicos, profesionales o personales, nos recuerda que nuestra familia y amigos están ahí para animarnos y compartir nuestras alegrías y éxitos.
Nuestras vidas personales también ofrecen muchos hitos que podemos marcar solos o con otros. Refuerzan la importancia de nuestros logros y nos motivan a seguir adelante.
5) Actividades significativas
Muchas actividades en nuestra vida cotidiana nos hacen sentir plenos. Para algunos es un pasatiempo que comparten con otras personas apasionadas, para otros son los deportes, la música o los videojuegos.
Cualquiera que sea una actividad significativa para usted, puede recordarle que la vida es buena y que vale la pena vivirla.
Para las personas que aún no han encontrado algo que les satisfaga, mi consejo es que prueben numerosas actividades que crean que les gustarían.
Lo bueno es que, gracias a las redes sociales, podemos encontrar fácilmente personas con ideas afines en todo el mundo.
Eso es especialmente útil para alguien que vive en un pueblo pequeño donde a poca o ninguna gente le gusta hacer lo que tú haces.
6) Haciendo la diferencia
Al contribuir a causas o ayudar a otros en necesidad, podemos tocar la vida de muchas personas que lo merecen.
Incluso los pequeños actos de bondad pueden tener un impacto profundo en la vida de los demás. Esto puede ser tan simple como mostrar empatía y compasión u ofrecer ayuda a alguien que lo necesite.
Cuando difundimos positividad a través de gestos simples, estos actos nos recuerdan el efecto dominó que podemos crear a través de nuestras acciones.
7) Compartir conocimientos
Enseñar cosas nuevas a alguien es extremadamente satisfactorio. Cualquier persona con niños puede apreciar eso. Pero incluso si no es maestro o padre, ayuda a otros a aprender cosas nuevas casi todos los días.
Si no tenía tales aspiraciones hasta ahora, descubra algo en lo que sea bueno y encuentre la manera de ayudar a los demás. Ni siquiera tiene que ser en persona. Al compartir su conocimiento en línea, puede llegar a muchas más personas que en sesiones 1 a 1.
Por otro lado, el contacto humano hace que enseñar a la gente sea mucho más satisfactorio, en mi opinión.
8) Aprender cosas nuevas
Sin embargo, esto también ocurre al revés, ya que aprender cosas y habilidades nuevas también nos recuerda que la vida tiene sentido.
Podemos aprender de libros o clases, por ejemplo. Pero también podemos aprender de las experiencias, la sabiduría y la orientación de los familiares mayores, como padres, abuelos o hermanos. Esto nos recuerda las valiosas lecciones que transmiten.
Lo siguiente es otro gran recordatorio de que vale la pena vivir la vida.
9) Risa
La risa es tan importante que tuve que separarla de otros recordatorios. Es un catalizador para la positividad y el optimismo, ya que infunde nuestras vidas con una sensación de ligereza y alegría, recordándonos abrazar los placeres simples que nos rodean.
Cuando hacemos reír y alegramos a los demás, ya sea con un chiste o con alguna de nuestras travesuras lúdicas, y provocamos sonrisas, nos damos cuenta del impacto que tenemos en la felicidad de quienes nos rodean.
La risa también es importante porque tiene probado beneficios a corto y largo plazo como el alivio del estrés y el dolor y la mejora del sistema inmunológico.
Entonces, al reír, estás ayudando a tu cuerpo y a tu mente, y al hacer reír a los demás, literalmente los estás curando. Piense en eso por un segundo.
10) Reflejando
La reflexión, la introspección, el autodescubrimiento y el diario nos ayudan a descubrir nuestros valores, pasiones y aspiraciones y refuerzan nuestro sentido de propósito y significado.
Me encanta cuando Google Fotos me envía notificaciones cada mañana con fotos de eventos pasados. Es una de las mejores herramientas para ayudarte a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida y sentir una sensación de gratitud.
Ver estas fotos de mi familia, amigos, mascotas, actividades y más es un excelente recordatorio de que mi vida está llena de propósitos.
Esto nos lleva a mi último punto.
11) Aceptación
A veces, el simple acto de aceptar la vida tal como es puede brindarnos una revelación y reforzar nuestra creencia en una vida con propósito.
Cuando experimentamos la aceptación, ya sea la autoaceptación o la aceptación de quienes nos rodean, afirma el valor inherente y el valor de nuestras vidas.
Esto es especialmente cierto cuando estamos pasando por tiempos difíciles.
Encontrar aceptación no disminuye las dificultades que encontramos, sino que nos empodera para navegarlas con resiliencia y gracia.
Pensamientos finales
¿Qué actos diarios, situaciones y personas te recuerdan que vale la pena vivir la vida? ¿Qué te hace superar la depresión?
Para mí, tratar de vivir el momento tanto como pueda me ayuda a ver que la vida es hermosa.
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