Aprender a vivir en el momento presente es un aspecto importante del crecimiento personal y el descubrimiento espiritual.
El consejo de “estar en el ahora”, o alguna variación del mismo, se puede encontrar en muchos artículos, libros y videos.
El momento presente se presenta como una solución a muchos de los problemas de la vida. Eso podría ser para sanar nuestras heridas emocionales, dar rienda suelta a nuestras mentes creativas, mejorar nuestras relaciones interpersonales o liberar nuestra tensión y estrés. Estar en el momento se ve como una solución fácil para casi todo.
A menudo, sin embargo, se omite el bit «cómo hacer». Solo te dicen que estés presente, al final. Es fácil, cierto, por lo que no se necesitan más instrucciones.
Bueno no. Si fuera tan fácil, todos lo estaríamos haciendo. No necesitaríamos que nos dijeran que lo hiciéramos. Sería la norma.
En cambio, una persona típica pasará gran parte de su vida despierta en algún lugar y tiempo lejanos, al menos mentalmente hablando.
Sus mentes estarán en llamas con la charla. Los pensamientos se desbocarán. El momento presente los eludirá.
Entonces, ¿cómo hacemos para entrar y permanecer en el momento presente?
Comencemos con una definición.
Lo que significa vivir en el momento presente
Vivir el momento no significa vaciar la mente de todos los pensamientos. Significa concentrarse en lo que sea que esté haciendo para no ser consciente del paso del tiempo. Cuando vives el momento, no notas el tictac del minutero porque estás conscientemente absorto en la acción.
Y no tienes que estar sentado en silencio y quieto para experimentar el ahora. Creer que la meditación u otras actividades tranquilas son los únicos portales hacia el momento presente es un error que comete mucha gente.
Sí, la acción en la que te enfocas podría ser tu respiración o la observación del mundo natural que te rodea, pero también puede ser una multitud de otras cosas.
Otro mito sobre estar en el momento es que no debes pensar en el pasado o el futuro. De hecho, si la tarea en la que estás enfocado es aprender de eventos pasados para planificar los futuros, estás presente.
La clave es estar emocionalmente invertido ni en el pasado ni en el futuro. Podrías considerar el pasado como información, conocimiento, experiencia y el futuro como nada más que una proyección de posibilidades.
Ahora que lo hemos aclarado, veamos algunas formas de estar más presente en el momento.
1. Piérdete en la corriente
Hay muchas formas de vivir el momento presente. El tema común es uno de atención enfocada.
Cuando le prestas a algo toda tu atención, induces un estado de flujo. El flujo es una condición en la que tu mente consiste en una serie ininterrumpida de momentos, ya sea de pensamiento específico o de no pensamiento.
Los pensamientos dirigidos son aquellos que se relacionan directamente con la tarea en cuestión, suponiendo que haya una.
Cuando juegas un deporte competitivo o un instrumento musical, por ejemplo, te enfocas en estas cosas. Puede estar pensando, planificando, elaborando estrategias, pero está dirigido a lo que está haciendo.
El no-pensamiento es lo que la mayoría de la gente imagina cuando piensa en vivir el momento. Es cuando tu mente está vacía del tipo de pensamientos de «yo» que a menudo flotan alrededor de nuestras cabezas.
Tu mente está activa en un estado de no pensamiento, pero es impersonal. Tus sentidos aún envían señales a tu cerebro y tienes que digerir y descifrar esas señales, pero no estás «hablando» en tu mente.
Un autor, escribiendo su próxima novela, perdido en su mundo imaginario, está en un estado de flujo.
Un programador de computadoras, sumergido en miles de líneas de código, está en el flujo.
Un carpintero, tomando meticulosamente las medidas y elaborando la madera en la forma deseada, ha entrado en un estado de flujo.
Una monja budista habilidosa, meditando al son de un cuenco, está en el flujo.
Aunque solo el último de estos individuos está sentado en un estado de no pensamiento, todos viven el momento a su manera.
2. Aprende algo nuevo
Una de las formas más fáciles de entrar en un estado de flujo es aprender algo nuevo. No importa lo que sea, siempre y cuando requiera tu atención.
Tenga en cuenta que una vez aprendidas, muchas cosas dejan de convertirse en puertas hacia el presente porque puede hacerlas en piloto automático.
Tome conducir un automóvil, por ejemplo; durante el proceso de aprendizaje, debe prestar total atención a lo que está haciendo. Una vez dominado, puede conducir, cambiar de marcha, revisar sus espejos y ajustar la velocidad sin pensar.
La responsabilidad está en el aprendizaje continuo de por vida que desafía tu mente para que tenga que permanecer enfocada y alerta.
3. Retire el reloj
No ser consciente del paso del tiempo es clave a la hora de vivir el ahora. Si miramos el reloj, no estamos enfocados en lo que estamos haciendo. Estamos ansiosos acerca de cuánto o cuán poco tiempo nos queda en un período asignado. Solo ignorando el tiempo mismo podemos aprender a estar presentes en el momento.
Un trabajador que está aburrido y revisando constantemente la hora no puede prestar toda su atención a lo que está haciendo. Como resultado, les resulta más difícil mantener su estado de flujo y su día se arrastra.
Por otro lado, un trabajador que tiene una fecha límite que cumplir y que tiene un ojo en el reloj también tendrá dificultades para mantenerse en un estado de flujo. Descubrirán que su fecha límite llega antes de lo que esperaban.
Un trabajador que baja la cabeza y se olvida de qué hora es puede permanecer concentrado en el momento presente y en la tarea que tiene entre manos. Harán todo lo que sea posible durante el día, ya sea que pase o no una fecha límite. El tiempo no parecerá pasar lento o rápido para ellos.
4. Anclaje a ti mismo a través de tus sentidos
Cuando no estés viviendo el momento, encontrarás que tus sentidos están embotados. Tu cabeza está llena de pensamientos sobre el pasado y el futuro, y no puedes concentrarte en dos cosas a la vez.
Piensa en cuántas veces has caminado a algún lugar con la cabeza llena de pensamientos y no recordabas nada de tu viaje. No recuerdas porque no experimentaste tus sentidos de la vista, el oído y el tacto.
Podemos usar esto a nuestro favor para traer nuestra atención de vuelta al momento presente. Si nos enfocamos en nuestros cinco sentidos, los pensamientos del pasado o del futuro no pueden afianzarse en nuestras mentes.
Siéntese en un parque en un cálido día de verano y sienta el calor del sol en su piel. Coma una naranja lentamente y experimente el intenso sabor a medida que los jugos fluyen sobre sus papilas gustativas.
Escucha los ruidos del mundo; los pájaros, los coches, el bullicio de la vida. Entra en una panadería y huele los maravillosos aromas. Suba una colina y contemple la tierra que se encuentra debajo.
Haz estas cosas con un sentido de propósito y hazlas en cada oportunidad. Haga que sea parte de su rutina diaria concentrarse en lo que puede ver, oír, saborear, oler y tocar.
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5. Observa los pensamientos rebeldes
¿Qué debes hacer cuando estás tratando de vivir el momento y tu cabeza se llena con un pensamiento u otro?
Recuerda que no todos los pensamientos son un estorbo. Si el pensamiento está relacionado con lo que estás haciendo, no hay necesidad de hacer nada. Si el pensamiento es otra cosa, algo nacido del pasado o del futuro, lo primero que debe hacer es darse cuenta de que está teniendo este pensamiento.
Esto puede sonar un poco extraño; ¿Cómo observas la mente consciente que no sea con la mente consciente?
Respuesta: no lo haces. Tu mente consciente es consciente de sí misma. Puede sorprenderse pensando en algo y reconocer que ese pensamiento ocurrió.
Considere esto: puede «escuchar» su voz interior, ¿verdad? Tiene un sonido distintivo. Pero para escuchar un sonido, tiene que tener una fuente y un receptor.
En el mundo más amplio, los sonidos provienen de otras cosas y son recibidos por tu oído antes de ser procesados en el cerebro.
Si puedes escuchar tu voz interior, debe haber alguna distinción entre la voz misma y la entidad que la escucha. Esta entidad es tu mente observadora; una parte de tu mente consciente que es capaz de ver otros pensamientos y comprender que son solo pensamientos.
¿Cómo ayuda esto?
Bueno, si lo permites, esta entidad observadora puede ayudarte a dejar tus pensamientos.
RCuando reconoces tus pensamientos por lo que son, te sientes menos obligado a seguir pensando en ellos.
Observar un pensamiento significa comprender que es un producto de tu mente. Esto devalúa el pensamiento, le da menos importancia y te facilita dejarlo de lado.
Ser capaz de atraparte en el acto de pensar es una habilidad clave para aprender y perfeccionar si quieres vivir en el momento presente.
Tome la meditación, por ejemplo. No es algo fácil de seguir para un principiante y los pensamientos entrarán fácilmente en la mente.
Sin embargo, tan pronto como te das cuenta de que te has dejado llevar por el pensamiento, es sorprendente lo rápido que esos pensamientos se detienen. Pueden regresar una y otra vez, pero cada vez que los notas, tu mente pierde interés en ellos.
6. No luches contra tus sentimientos
Estar en el momento no significa estar desprovisto de sentimientos. Puedes estar triste o feliz o cualquier otro sentimiento y aun así estar presente contigo mismo y con los demás.
De hecho, la felicidad rara vez es un sentimiento que asociamos con otra cosa que no sea vivir el momento.
Son las emociones negativas las que asociamos con perderse en el pensamiento, y eso es porque estamos buscando una solución para aliviar el sentimiento.
No buscamos terminar o liberarnos de los sentimientos positivos, por lo que no tenemos que pensar en ellos de la misma manera.
Pero cuanto antes pueda hacer las paces con sus sentimientos negativos como lo hace con los positivos, antes los aceptará por lo que son y dejará de pensar en ellos.
No te castigues por sentir algo; no eres débil o estúpido por tener y mostrar emociones. Tratar de empujarlos hacia abajo y reprimirlos es buscar problemas a largo plazo.
Solo déjalos ser; su mente inconsciente los resolverá con el tiempo; no es necesario que intente acelerar el proceso pensando en qué los causó.
Para dominar cómo vivir el momento, debes dejar de insistir en el control total de tu vida. Sí, podrás controlar los eventos hasta cierto punto y dar forma a tu propio presente y futuro, pero hay una gran cantidad de cosas sobre las que no tendrás control.
Tienes dos opciones: resistir estas cosas y tratar de hacer valer tu voluntad sobre ellas, o aceptar su presencia.
El primero te aleja del momento, mientras que el segundo te mantiene en él.
Resistir cosas que están fuera de tu control requiere que te involucres en un proceso de pensamiento que no tiene sentido. Puede buscar una manera de obtener el control (lo cual es inútil), o puede lamentarse de los acontecimientos y enfadarse.
Al aflojar el control y dejar que las cosas que están fuera de tu control sean como son, no pones barreras mentales al ahora.
8. Deja de prepararte para el próximo momento
Para estar presente en este momento, debes olvidarte del próximo. Muchas personas están atrapadas preparándose mentalmente para el próximo momento que se olvidan de disfrutar este.
No le dan al momento presente su atención enfocada, sino que pasan todo su tiempo atrapados en el futuro cercano.
«¿Que sigue?» es la pregunta que se hacen. No quieren ser atrapados por eventos futuros, pero las cosas que les preocupan a menudo son tan triviales que no justifican pensar en ellas.
Estos pensamientos necesitan ser observados como hablamos antes si van a ser desarmados.
Cuatro “no hacer” y un “hacer” de vivir el momento
Para completar nuestra guía, exploraremos algunas de las cosas que no debemos hacer cuando se trata de estar en el ahora, junto con una cosa que es vital.
No lo conviertas en tu objetivo final; esto puede sonar un poco contradictorio, pero no hay necesidad de pensar o decir: «Hoy voy a vivir el momento».
Encontrarse en el ahora es el resultado de la acción. Esa acción podría ser la meditación trascendental, abrazar la compañía de amigos o tocar un instrumento musical.
El objetivo que debes fijarte es hacer más actividades que resulten en un estado de flujo.
No lo intelectualices: cuanto más intentes pensar en tu camino hacia el momento presente, más te eludirá.
Recuerda, el ahora no se encuentra en tu mente, se encuentra a tu alrededor en las cosas que haces.
Tampoco debe intentar calificar qué tan atento y presente está en un momento dado. Tan pronto como te encuentres pensando en lo bien que lo estás haciendo, lo habrás perdido.
No establezca límites de tiempo en el momento presente; puede pensar que «vivir en el ahora» es algo que debe hacer durante largos períodos de tiempo. Pero no lo haces.
El ahora es el momento eterno. Si solo logra encontrarlo durante 10 segundos a la vez, esos 10 segundos son mejores que nada. Puede ser bueno permanecer arraigado en el presente durante el mayor tiempo posible, pero no subestimes el efecto positivo que puede traer un período corto. Y no te regañes si solo puedes hacer incursiones breves en el ahora.
No piense que vivir el momento resolverá todos sus problemas; puede sentirse más en paz cuando su mente está libre de preocupaciones, pero esta paz no es una solución universal para los desafíos que enfrenta.
Si bien puede ser bueno para su bienestar emocional perderse en el momento presente de manera regular, no debe usarlo como una forma de escapismo para evitar abordar sus problemas.
Descubrirá que la acción necesaria para abordar un problema puede ser incluso una puerta al ahora; es la preocupación y el pensar demasiado en un problema lo que nos aleja de él.
SÍ practique, practique, practique: aunque no es necesario que se fije el objetivo de vivir en el momento presente, debe tratar de practicar entrar en él tanto como pueda.
Estar en el flujo es algo que puede convertirse en un hábito. Cuanto más lo logres, más fácil se vuelve y más te encontrarás haciéndolo de forma natural.
Esto se debe al hecho de que las vías neuronales de tu cerebro cambiarán a medida que practiques. Fortalecerá las conexiones que promueven estar en el momento, mientras debilita las que conducen al pensamiento compulsivo.
Así que esté donde esté en un momento dado, vea si puede encontrar una actividad que lo lleve al momento presente. Ya sean simples ejercicios de respiración, yoga, aprender algo nuevo, perderse en la música o cualquier otra cosa.