En el mundo acelerado e impredecible de hoy, nos bombardean constantemente con experiencias y desafíos que despiertan una amplia gama de emociones.
Todos hemos experimentado sentimientos que nos abruman por completo, ya sea el estrés del trabajo, la alegría de una nueva relación o la desesperación por la pérdida.
Hace unos años, me encontré atrapado en un torbellino de emociones. En lugar de abordar mis sentimientos, intenté enterrarlos, sólo para sentirme aún más atrapada. ¿Suena familiar?
¿Y si estas emociones, en lugar de ser tu enemiga, pudieran ser tu aliada?
Esto es algo que descubrí hace unos años. Transformó completamente mi perspectiva de la vida y me dio las herramientas para aprovechar el poder de mis emociones.
Se llama agilidad emocional y la profesora y psicóloga de la Facultad de Medicina de Harvard, Susan David, la describe como abordar nuestras emociones de forma consciente y tomar acciones alineadas en función de nuestros valores.
Es un conjunto de habilidades que ofrece información sobre cómo comprender, procesar y aprovechar las emociones a nuestro favor, permitiéndonos prosperar incluso en los tiempos más tumultuosos.
De hecho, ¡es como tener un GPS para navegar por nuestro mundo emocional!
¿Cuáles son los 3 ingredientes clave de la agilidad emocional?
1) Inteligencia Emocional (EQ)
La inteligencia emocional va más allá de identificar si estamos felices, tristes o enojados. Implica comprender los matices de nuestras emociones y de las de los demás.
Promueve relaciones interpersonales más saludables porque podemos anticipar cómo otros podrían sentirse o reaccionar y responder de manera que reconozca y respete esos sentimientos.
Un aspecto clave del EQ no es sólo comprender las emociones, sino también ser capaz de gestionarlas y regularlas. Esto podría significar calmarnos cuando estamos ansiosos o encontrar salidas para la ira que sean constructivas en lugar de destructivas.
2) Atención plena
El mindfulness nos enseña a observar nuestras emociones sin sentirnos abrumados por ellas. Esto ayuda a evitar la trampa de reaccionar inmediatamente a los sentimientos o reprimirlos.
A menudo, nuestros cuerpos dan pistas sobre nuestro estado emocional antes de que lo reconozcamos conscientemente. Las prácticas de atención plena pueden aumentar nuestra conciencia de estas señales físicas y se ha demostrado que reducen el estrés y aumentan la resiliencia emocional.
Esto se debe en parte a que nos enseñan a sentirnos incómodos y a ver las emociones como estados transitorios y cambiantes en lugar de partes fijas de nuestra identidad.
3) Acción alineada con valores
Antes de que podamos actuar de acuerdo con nuestros valores, debemos saber cuáles son. Esto implica autorreflexión y, en ocasiones, desafiar la introspección.
¿Qué es lo que realmente nos importa? ¿Es familia? ¿Integridad? ¿Aventura? ¿Compasión? ¿O algo mas?
Una vez que tengamos claros nuestros valores, podremos evaluar dónde las acciones que tomamos podrían no estar alineadas con ellos.
Este análisis de brechas puede ser un poderoso motivador para el cambio. Por ejemplo, si valoramos la salud pero regularmente nos saltamos los entrenamientos o elegimos alimentos poco saludables, reconocer esta brecha puede impulsarnos a adoptar mejores hábitos.
Nuestros valores no siempre son estáticos. A medida que crecemos y nuestras vidas cambian, nuestros valores también podrían cambiar. Revisarlos y reevaluarlos periódicamente garantiza que nuestras acciones permanezcan alineadas con lo que realmente nos importa.
Si no tiene claros sus valores, haga clic aquí para realizar un ejercicio gratuito Definiendo sus valores.
¿Cuáles son los beneficios de volverse más ágil emocionalmente?
1) Claridad de pensamiento
Cuando somos emocionalmente reactivos, es fácil dejarse nublar por sentimientos fuertes, lo que nos lleva a tomar decisiones impulsivas. La agilidad emocional nos permite ver las situaciones de manera más objetiva, lo que aumenta las posibilidades de tomar mejores decisiones y tomar el curso de acción más eficaz en función de la situación, en lugar de una reacción única para todos.
2) empatía
La agilidad emocional nos ayuda a sintonizarnos no sólo con nuestros sentimientos sino también con los de los demás. Esta empatía fomenta vínculos más profundos, ya que las personas se sienten vistas y comprendidas.
3) Resolución de conflictos
Al reconocer y gestionar nuestra desencadenantes emocionalespodemos abordar los conflictos con calma y claridad, lo que lleva a resoluciones más saludables.
4) Resiliencia
Las personas emocionalmente ágiles comprenden que los contratiempos y los desafíos son parte de la vida. Pueden afrontar la adversidad sin enredarse demasiado en la emoción, recuperándose así más rápidamente.
5) Crecimiento a partir de desafíos
En lugar de ver los desafíos simplemente como obstáculos, se los ve como experiencias de aprendizaje que permiten el crecimiento incluso en condiciones adversas.
Las personas emocionalmente ágiles reconocen que cada emoción, ya sea placentera o desagradable, brinda la oportunidad de aprender algo sobre sí mismas.
6) Bienestar mental y emocional
Ayuda a evitar altibajos emocionales extremos. En cambio, emociones se puede procesar y navegar de manera equilibrada, lo que lleva a un mayor equilibrio mental.
Hay menos probabilidades de reprimir o reflexionar sobre las emociones, lo cual puede aumentar los niveles de estrés.
7) Alineación con los valores
Al reflexionar y comprender periódicamente sus emociones, las personas pueden asegurarse de que sus acciones y decisiones estén alineadas con sus valores fundamentalesconduciendo a una vida más auténtica y plena.
¿Cómo se puede aprovechar la agilidad emocional en todo su potencial?
Gran parte de mi viaje de agilidad emocional le debo al “Atlas del corazón” de Brené Brown. Este libro es un tesoro escondido para cualquiera que desee comprender los matices de las emociones y aprovechar el poder de la agilidad emocional.
Brené Brown, reconocida autora e investigadora sobre vulnerabilidad, coraje y empatía, ha destacado constantemente la importancia de aceptar nuestras emociones.
El “Atlas del Corazón” ofrece una imagen completa de la experiencia emocional humana, guiando a los lectores en un viaje hacia una mayor autoconciencia y comprensión.
En promedio, la mayoría de las personas sólo pueden identificar tres emociones que sienten: felicidad, tristeza e ira. Pero las emociones son vastas y variadas y reconocerlas es crucial.
El “Atlas del Corazón” identifica y describe 87 emociones diferentes. Al dar nombres a estos sentimientos y analizar sus características únicas, Brown enfatiza la importancia de la granularidad emocional: la capacidad de distinguir entre sentimientos similares.
Reconocer la diferencia entre decepción y frustración, por ejemplo, puede cambiar drásticamente la forma en que respondemos a las situaciones.
¿Cuáles son las ventajas de poder distinguir entre nuestros sentimientos?
Cuando identificamos nuestra emoción, podemos comprender mejor qué la desencadenó y decidir cómo responder de manera efectiva.
Al comunicar nuestros sentimientos con mayor precisión, fomentamos conexiones más profundas y reducimos los malentendidos.
Reconocer y etiquetar una emoción puede reducir su intensidad y evitar que nos abrumemos.
Al comprender y aceptar nuestros sentimientos, podemos cultivar la resiliencia y la empatía y llevar una vida más auténtica.
Ultimas palabras
Para prosperar en este mundo caótico, ser emocionalmente ágil no sólo es beneficioso: es esencial.
Las emociones son una parte central de nuestra identidad. Nuestras emociones, que en ocasiones pueden parecer nuestros mayores desafíos, pueden convertirse en la brújula que nos guíe hacia una vida más resiliente, empática y plena.
La agilidad emocional consiste en combinar armoniosamente nuestra inteligencia emocional, atención plena y acciones alineadas con valores para afrontar los desafíos de la vida con resiliencia, comprensión y propósito.
Se trata de avanzar con fluidez y gracia a través de nuestras experiencias emocionales, permitiéndonos vivir de manera auténtica y significativa.
Entonces, la próxima vez que estés en una montaña rusa emocional, recuerda aprovechar el poder de la agilidad emocional y afrontar los desafíos de la vida con gracia, empatía y comprensión.
Si estás interesado en saber más, mira mi vídeo a continuación, donde comparto experiencias personales y consejos prácticos para adoptar la agilidad emocional.