¿Alguna vez has sentido que realmente no mereces tu éxito? ¿Que todo es solo suerte? Eso se llama síndrome del impostor.
¿Pero adivina que? Puedes superarlo.
Aquí hay 9 hábitos que te ayudarán a sentirte seguro y creer en ti mismo.
1. Celebra las pequeñas victorias
A menudo, pasamos por alto las pequeñas victorias, esperando un ‘gran momento’ para darnos palmaditas en la espalda.
Pero cada paso, por pequeño que sea, te acerca a tu objetivo.
Comience por llevar un ‘diario de victorias’.
Todas las noches, anota al menos una cosa que hiciste bien ese día.
Podría ser tan simple como hablar en una reunión, terminar una tarea a tiempo o simplemente tomar un merecido descanso.
Con el tiempo, este hábito te recordará tus capacidades y logros.
Al celebrar estos momentos, refuerzas la confianza en ti mismo y silencias gradualmente esa voz dudosa en tu cabeza.
2. Háblalo
Cada vez que estoy abrumado por las dudas, una de las mejores cosas que he encontrado es chatear con un amigo o mentor de confianza.
El simple hecho de expresar sus sentimientos en voz alta puede proporcionar una nueva perspectiva.
Muchas veces, he descubierto que lo que parece una montaña de inseguridad en mi mente es solo un grano de arena cuando se dice en voz alta.
Además, ¡te sorprendería saber cuántas personas sienten lo mismo!
Al compartir su experiencia y escuchar la de ellos, puede encontrar consuelo al saber que no está solo.
Recuerde, a veces una conversación sincera puede ser la prueba de realidad que necesita para superar esos sentimientos de impostor.
3. Adopte el aprendizaje continuo
Una de las cosas más enriquecedoras que he aprendido a lo largo de los años es que nadie lo sabe todo.
Siempre hay algo nuevo que captar, incluso en áreas en las que nos consideramos expertos.
En lugar de dejar que lo que no sabes alimente tu síndrome del impostor, canalízalo hacia el hambre de conocimiento.
Me he acostumbrado a reservar algo de tiempo cada semana para aprender algo nuevo, ya sea un curso corto en línea, un libro o incluso un podcast.
Al adoptar activamente el viaje del aprendizaje continuo, no solo se equipa con nuevas habilidades, sino que también refuerza la idea de que está bien no tener todas las respuestas de inmediato.
El progreso, después de todo, es un viaje, no un destino.
4. Acepte los elogios, incluso cuando se sienta incómodo
En lugar de rehuir los cumplidos, apóyate en ellos, incluso si se siente completamente mal.
Nuestra intuición a menudo nos dice que minimicemos nuestros logros o respondamos con un modesto «Oh, no fue nada».
Pero hacerlo solo alimenta la narrativa del impostor.
La próxima vez que alguien elogie su trabajo o aplauda su esfuerzo, resista la tentación de desviarse. Di «Gracias» y deja que se asiente.
Al reconocer y aceptar conscientemente los elogios, desafías el hábito arraigado de subestimarte y comienzas a construir una imagen más auténtica de ti mismo.
Recuerde, a veces el crecimiento comienza justo al borde de la comodidad.
5. Establezca expectativas realistas
Es fantástico apuntar alto y superar tus límites, pero establecer expectativas demasiado altas para ti mismo puede convertirse en un caldo de cultivo para los sentimientos de impostor.
Entiende que está bien no ser perfecto todo el tiempo.
Al establecer metas, sea genuino acerca de lo que se puede lograr, teniendo en cuenta sus recursos, tiempo y habilidades actuales.
Los errores y contratiempos son partes naturales del crecimiento.
Cuando ocurran, en lugar de verlos como prueba de inadecuación, véalos como lecciones valiosas en su viaje.
Al establecer puntos de referencia realistas, fomenta una visión más saludable de sí mismo y crea un camino más sostenible hacia el éxito.
6. Rodéate de influencias positivas
La compañía que mantienes juega un papel importante en la configuración de tu forma de pensar.
Rodearse de personas que lo apoyen y lo animen puede marcar una gran diferencia.
Estas son las personas que le recordarán sus fortalezas cuando las olvide, lo desafiarán de manera constructiva y celebrarán sus logros, grandes o pequeños.
Por otro lado, trate de limitar la exposición a voces negativas o demasiado críticas que exacerban los sentimientos de insuficiencia.
Al crear un entorno positivo, tanto en línea como fuera de línea, crea una red de seguridad de aliento que ayuda a combatir esos molestos pensamientos impostores.
7. Reflexiona sobre los logros pasados
Cuando estoy atrapado en un bucle de dudas, me resulta increíblemente tranquilizador dar un paseo por el carril de la memoria.
Guardo una carpeta con proyectos anteriores, comentarios e incluso pequeñas notas de agradecimiento que he recibido a lo largo de los años.
De vez en cuando, me sumerjo en esta colección para recordar el impacto que he tenido y los desafíos que he superado.
Es muy fácil olvidar nuestros logros, especialmente cuando miramos constantemente hacia adelante.
Al tomarse un momento para reflexionar sobre dónde ha estado y qué ha logrado, puede encontrar una confianza renovada en sus habilidades y potencial.
Es un suave recordatorio de que te has enfrentado a obstáculos antes y has llegado a la cima, y seguramente puedes volver a hacerlo.
8. Busque críticas constructivas
A veces, la mejor manera de combatir el síndrome del impostor no es buscar elogios, sino críticas constructivas.
Si bien puede parecer contraproducente, comprender las áreas de mejora puede brindarle un camino tangible hacia la mejora.
En lugar de estar en la oscuridad y asumir que no eres lo suficientemente bueno, obtienes ideas claras sobre dónde enfocarte.
Al pedir activamente comentarios y luego trabajar en esas áreas, está tomando el control de su crecimiento.
Con el tiempo, este enfoque proactivo desmitifica los vagos temores de no ser «suficiente» y los reemplaza con pasos prácticos para mejorar sus habilidades y confianza.
No se trata de insistir en las debilidades, sino de transformarlas en fortalezas.
9. Practica la autocompasión
En el corazón de la lucha contra el síndrome del impostor está la relación que tienes contigo mismo.
Sea amable, comprensivo y comprensivo consigo mismo, tal como lo haría con un amigo cercano.
Todos, sin importar cuán exitosos sean, enfrentan momentos de duda o se sienten fuera de sí a veces.
Es parte de la experiencia humana.
Cuando tropieces o luches con sentimientos de insuficiencia, en lugar de ser demasiado crítico, ofrécete palabras de consuelo y aliento.
Tomarse un momento para practicar la autocompasión puede ayudarlo a restablecer su mentalidad y brindarle la fuerza emocional necesaria para avanzar con confianza.
Recuerde, usted es su aliado más duradero: trátese con el cuidado y la comprensión que se merece.
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