Si alguien muestra estos 9 comportamientos, es una persona naturalmente feliz

¿Alguna vez has conocido a alguien que siempre está sonriendo, pase lo que pase?

Algunas personas simplemente parecen encontrar una razón para ser felices. No es suerte ni magia. A menudo son sus hábitos los que los mantienen optimistas.

¿Quieres saber si alguien es realmente feliz por dentro y por fuera?

Busque estos 9 comportamientos. ¡Y tal vez tú también puedas probar algunos de ellos! Empecemos.

1. Practican la gratitud

Las personas naturalmente felices tienen este ingenioso truco: se concentran en lo que tienen, no en lo que les falta.

Cada pequeña cosa, desde una cama cálida hasta una llamada sorpresa de un amigo, es un motivo para estar agradecido.

No se trata de grandes ganancias ni de regalos caros, sino de momentos sencillos que ellos aprecian.

¡Intentalo! Antes de irte a dormir esta noche, piensa en tres pequeñas cosas por las que estás agradecido. Quizás te haga sonreír.

2. Toman descansos y disfrutan el momento.

¿Algo que he notado sobre la gente feliz? No siempre están en movimiento.

Entienden el valor de una buena pausa. Ya sea tomando un café por la mañana sin distracciones, dando un paseo lento por el parque o simplemente sentándose unos minutos para disfrutar de una puesta de sol, se permiten simplemente ser.

Yo mismo lo he probado, especialmente cuando la vida se siente como un torbellino. Y al instante me hacen sentir tranquilo y contento.

Esos pequeños descansos pueden marcar una gran diferencia en tu estado de ánimo.

3. A veces se sienten tristes y eso está bien.

Lo creas o no, la gente feliz también se pone triste.

No fingen que todo es perfecto. Cuando están molestos o deprimidos, se permiten sentirlo. Saben que es normal tener días malos y que sentirse triste no significa que no estén felices en general.

Al ser honestos acerca de sus sentimientos, manejan mejor los desafíos y vuelven a estar alegres más rápido.

4. Se conectan con los demás

Los seres humanos son criaturas sociales. Está en nuestro ADN.

¿Sabías que las investigaciones muestran que las personas que tienen fuertes vínculos sociales tienden a ser más felices y vivir más tiempo?

Las personas naturalmente felices se esfuerzan por pasar tiempo con amigos y familiares. Se ríen, charlan y, a veces, simplemente se sientan en silencio con alguien que les importa.

Estas conexiones y momentos de alegría compartida o incluso luchas compartidas mejoran su estado de ánimo y les dan un sentido de pertenencia.

5. Mueven sus cuerpos

Ya sea trotando por la mañana o simplemente haciendo estiramientos durante un descanso en el trabajo, las personas naturalmente felices a menudo incorporan algún tipo de actividad física en su día.

Y no siempre se trata de ponerse en forma o perder peso, ¡aunque eso es una gran ventaja!

El movimiento libera endorfinas, esas sustancias químicas que nos hacen sentir bien en nuestro cerebro.

Las personas felices saben que incluso una caminata rápida alrededor de la cuadra puede aliviar el estrés y hacerlas sentir mejor.

Además, es una excelente manera de aclarar la mente y obtener una nueva perspectiva de las cosas.

6. Limitan las entradas negativas

¿Alguna vez has notado cómo te sientes después de ver las noticias en exceso o desplazarte por las redes sociales?

Bueno, las personas naturalmente felices se han dado cuenta de algo: lo que alimentas tu mente importa.

Por lo tanto, conscientemente reducen los medios negativos y eligen contenido edificante.

Al hacer esto, protegen su espacio mental y se aseguran de no ahogarse en la negatividad.

Esto no significa que sean ajenos a lo que sucede en el mundo. En cambio, logran un equilibrio y se aseguran de mantenerse informados sin sentirse abrumados.

Entonces, la próxima vez que te sientas deprimido, tal vez consideres con qué has estado sintonizando. ¡Los resultados pueden sorprenderte!

7. Priorizan el sueño

Aquí hay algo que personalmente he aprendido por las malas: escatimar en el sueño es una vía rápida para sentirme mal.

Por lo que he observado, las personas naturalmente felices no subestiman el poder de una buena noche de sueño.

Reconocen que el descanso no se trata sólo de recuperación física; es recarga mental y emocional también.

Intenté seguir su ejemplo, establecer una hora regular para acostarse y crear una rutina antes de dormir.

¿La diferencia que hace? Enorme.

Cuando me despierto renovado, los desafíos parecen más manejables y esas pequeñas alegrías de la vida son más fáciles de encontrar.

Si hay un hábito que vale la pena adquirir, podría ser este.

8. No persiguen la perfección

Esto puede parecer un poco extraño, especialmente en un mundo donde la gente suele perseguir vidas perfectas.

Pero la verdad es que las personas naturalmente felices no buscan la perfección. Han descubierto que perseguir un ideal inalcanzable puede resultar agotador e insatisfactorio.

En lugar de estresarse por cada pequeño error o preocuparse por cada pequeño detalle, aceptan sus imperfecciones.

Para ellos se trata de progreso, no de perfección.

Aunque parezca extraño, al darse la libertad de ser imperfectos, a menudo terminan logrando más. Y sí, sentirme más feliz en el proceso.

9. Pasan tiempo en la naturaleza

¿Alguna vez has sentido una oleada de calma con solo mirar un paisaje verde o escuchar el sonido de las olas?

La gente naturalmente feliz entiende esto.

Tienen el hábito de salir y conectarse con la naturaleza.

Eso no significa que siempre estén escalando montañas o descansando en la playa. A veces, es tan sencillo como dar un paseo por un parque local o simplemente sentarse al aire libre con el café de la mañana.

Esta conexión con la naturaleza les proporciona perspectiva y les devuelve a lo que es real y simple en la vida.

Deja un comentario