¿Alguna vez conociste a alguien que simplemente capta a la gente?
¿Quién sabe exactamente qué decir, cuándo decirlo y cómo?
Eso es la inteligencia emocional (EQ) en acción ahí mismo.
EQ se trata de comprender y gestionar nuestros sentimientos y utilizar este conocimiento para afrontar la vida de una manera tranquila y serena.
¿Una forma sencilla de detectar a estas superestrellas del ecualizador? Escuche lo que no dicen. Saben que las palabras son poderosas y pueden marcar una gran diferencia en cómo se sienten las personas.
Entonces, sin más preámbulos, aquí hay 10 cosas que nunca escucharás de personas con alta inteligencia emocional.
1. «No me importa».
Esta breve frase puede parecer inofensiva o incluso honesta, pero es un área prohibida para las personas con alta inteligencia emocional.
Cuando alguien se sincera sobre sus sentimientos o comparte una experiencia personal, responder con un “No me importa” puede parecer desdeñoso o incluso grosero.
Las personas emocionalmente inteligentes comprenden el valor de la empatía y el respeto.
Saben que los sentimientos de todos son importantes y merecen ser reconocidos, independientemente de si pueden identificarse con ellos o no.
En lugar de decir «No me importa», es más probable que respondan con algo como «Entiendo cómo te sientes así» o «Cuéntame más sobre por qué te sientes así».
Esto demuestra que están interesados y dispuestos a comprender la perspectiva de la otra persona, incluso si no necesariamente están de acuerdo con ella.
Recuerde, no se trata de estar de acuerdo todo el tiempo, se trata de crear un ambiente donde todos se sientan escuchados y valorados.
Así que la próxima vez que sientas la tentación de decir “No me importa”, sigue una página del libro de estrategias de EQ alto y muestra un poco de comprensión.
2. «Eres demasiado sensible».
Esta es otra frase que las personas con alta inteligencia emocional suelen evitar.
Es una afirmación que puede resultar hiriente y desdeñosa, sugiriendo que los sentimientos de la persona son exagerados o no válidos.
Las personas con un EQ alto entienden que todos tenemos diferentes niveles emocionales.
Lo que puede parecer un asunto pequeño para una persona, puede ser un gran asunto para otra.
Respetan estas diferencias y nunca menosprecian a alguien por sentirse como ellos.
En cambio, las personas emocionalmente inteligentes podrían decir algo como «Veo esta situación de manera diferente, pero entiendo que realmente te está afectando».
Este tipo de respuesta muestra empatía y respeto por los sentimientos de la otra persona, sin hacerla sentir culpable o tonta por tenerlos.
Por lo tanto, tenga en cuenta que llamar a alguien «demasiado sensible» puede resultar desdeñoso.
Siempre es mejor intentar comprender de dónde vienen y validar sus sentimientos.
3. «Ese no es mi problema».
Como alguien con un EQ alto, puedo decirles que esta frase no forma parte de mi vocabulario.
Creo que todos estamos juntos en este mundo y ayudarnos unos a otros es una gran parte de lo que nos hace humanos.
Recuerdo una vez en la que un colega estaba luchando con un proyecto que no estaba directamente relacionado con mi trabajo.
Fácilmente podría haber dicho: “Ese no es mi problema” y continuar con mis propias tareas.
Pero en lugar de eso, me ofrecí a ayudarlos a pensar en soluciones y administrar su carga de trabajo.
¿Por qué hice esto?
Porque las personas con alta inteligencia emocional entienden la importancia de la empatía y la amabilidad.
Quizás no podamos resolver los problemas de todos, pero al menos podemos prestar atención, ofrecer consejos o ayudar en lo que podamos.
Al decir «Déjame ver cómo puedo ayudar», en lugar de «Ese no es mi problema», fomentamos relaciones positivas y creamos un ambiente de apoyo para todos los que nos rodean.
Así que recuerde, cuando alguien esté en un aprieto, vea si hay alguna manera de echarle una mano en lugar de ignorar sus preocupaciones.
4. «Lo sé todo».
Las personas con un EQ alto evitan esta frase porque comprenden el valor del aprendizaje continuo y la humildad.
Saben que no tienen todas las respuestas y están abiertos a obtener nuevos conocimientos de los demás.
Según el efecto Dunning-Kruger, las personas que carecen de conocimientos en un área concreta suelen sobreestimar sus propias capacidades.
Por otro lado, quienes son muy competentes a menudo subestiman sus capacidades.
Este concepto se alinea perfectamente con personas con un alto coeficiente intelectual.
Reconocen que su conocimiento y comprensión están en constante evolución y que siempre hay espacio para aprender más.
En lugar de afirmar que lo saben todo, es más probable que digan algo como «Sé mucho sobre esto, pero también me encantaría escuchar tu perspectiva».
Esto demuestra que valoran las opiniones de otras personas y están abiertos a ampliar sus propios conocimientos.
5. «Estás equivocado».
Esta es una frase que no escucharás de alguien con una alta inteligencia emocional.
Entienden que las conversaciones y debates no se tratan de ganar o perder, sino de comprensión y respeto mutuos.
En lugar de decir abiertamente «estás equivocado», las personas con un EQ alto adoptan un enfoque más compasivo.
Podrían decir: «Puedo ver de dónde vienes, pero ¿has considerado esto…»?
De esta manera, introducen suavemente una perspectiva diferente sin descartar el punto de vista de la otra persona.
Recuerde, cada uno tiene sus propias experiencias y perspectivas únicas que dan forma a sus ideas.
Es importante abordar cada conversación con el corazón y la mente abiertos.
Todos estamos juntos en este viaje de la vida, aprendiendo y creciendo cada día.
La belleza radica en nuestra capacidad de compartir nuestros pensamientos e ideas con los demás, aprender de sus experiencias y ampliar nuestra propia comprensión.
Entonces, si estás en una conversación, recuerda que no se trata de demostrar quién tiene razón o quién no. Se trata de entenderse y aprender unos de otros.
6. «Todo es tu culpa».
Como alguien con un EQ alto, sé que culpar a los demás no es la solución a ningún problema.
De hecho, he aprendido que asumir la responsabilidad de mis propias acciones y comprender mi papel en una situación es mucho más productivo y saludable.
Recuerdo una situación en el trabajo en la que un proyecto que lideraba no cumplió con su plazo.
Habría sido fácil decirles a los miembros de mi equipo: “Todo es culpa suya”, pero eso no habría sido justo ni cierto.
Como líder, era responsable de gestionar el proyecto y garantizar que todo saliera bien.
En lugar de jugar al juego de la culpa, reconocí mi participación en lo sucedido: “Me doy cuenta de que podría haber delegado mejor las tareas y haber monitoreado el progreso más de cerca.
Me aseguraré de mejorar esto para nuestros proyectos futuros”.
Al hacer esto, no sólo asumí la responsabilidad sino que también convertí la situación en una experiencia de aprendizaje para mí y mi equipo.
Esto es lo que hacen las personas con un alto coeficiente intelectual: reconocen sus errores, aprenden de ellos y utilizan estos aprendizajes para crecer y mejorar.
7. «Siempre tengo razón».
Seamos realistas, todos hemos conocido a esa persona que cree que nunca se equivoca. Y seamos honestos, no es una gran apariencia.
Para las personas con un EQ alto, esta frase simplemente no existe en su vocabulario.
¿Por qué? Porque no tienen miedo de admitir que están equivocados. Saben que son humanos y cometen errores como todos los demás.
Entienden que equivocarse a veces no los hace menos inteligentes o menos capaces.
De hecho, los hace más identificables y dignos de confianza.
Las personas emocionalmente inteligentes son grandes en aprender y crecer.
¿Y adivina qué?
No puedes hacer eso si crees que siempre tienes la razón.
Es en nuestros errores y traspiés donde encontramos nuestras mayores lecciones.
Entonces, la próxima vez que te sorprendas a punto de decir «Siempre tengo razón», da un paso atrás y pregúntate si eso es realmente cierto.
Todos tenemos espacio para aprender y crecer, y reconocer cuando nos equivocamos es una parte enorme de ese viaje.
8. «No es justo».
Las personas con alta inteligencia emocional evitan esta frase porque entienden que la vida está llena de altibajos.
No pierden el tiempo quejándose de lo injusto de una situación, sino que se centran en encontrar soluciones o aprender de la experiencia.
Según una investigación de la psicóloga Carol Dwecklas personas con una “mentalidad de crecimiento” (aquellas que creen que pueden aprender y mejorar con el tiempo) tienen más probabilidades de aceptar los desafíos, perseverar frente a los reveses y ver el esfuerzo como el camino hacia la maestría.
Esto se alinea perfectamente con la mentalidad de las personas con un alto coeficiente intelectual.
En lugar de decir «no es justo», es más probable que pregunten «¿Qué puedo aprender de esto?» o «¿Cómo puedo mejorar esta situación?»
Este enfoque les ayuda a convertir los desafíos en oportunidades de crecimiento y desarrollo.
Entonces, recuerde, la vida puede no siempre parecer justa, pero la forma en que respondemos a estas situaciones puede marcar la diferencia.
En lugar de insistir en la injusticia, trate de concentrarse en encontrar una solución o aprender algo valioso de la experiencia.
9. «No puedo».
Como alguien con un EQ alto, me propongo evitar decir “no puedo”.
Si bien todos enfrentamos desafíos y obstáculos, creo que es esencial mantener una mentalidad positiva y creer en nuestras capacidades.
Recuerdo un momento en el que me encomendaron un proyecto desafiante en el trabajo. Era algo que nunca había hecho antes y, al principio, me pareció una tarea ardua.
Las palabras “no puedo” casi se me escapan de la boca.
Pero luego me recordé a mí mismo la importancia de tener una actitud positiva y probar las cosas.
En lugar de decir «no puedo», dije: «Es un desafío, pero haré lo mejor que pueda».
¿Y adivina qué?
Con mucho trabajo, determinación y un poco de ayuda de mis colegas, pude completar el proyecto con éxito.
Esta experiencia reafirmó mi creencia de que decir “puedo” en lugar de “no puedo” puede marcar una gran diferencia.
No se trata de tener éxito siempre; se trata de tener la voluntad de intentar y dar lo mejor de ti.
Así que la próxima vez que te enfrentes a un desafío, recuerda que eres capaz de hacer más de lo que crees.
10. «Me haces sentir…»
Seamos honestos, es fácil atribuir nuestras emociones a los demás.
Es fácil decir: «Me haces sentir tan enojado» o «Me estás haciendo enojar».
Pero aquí está la dura verdad: nadie puede hacernos sentir nada: nuestras emociones provienen de nuestro interior.
Las personas con una alta inteligencia emocional entienden esto.
Saben que, si bien las acciones de los demás pueden desencadenar ciertas respuestas, al final del día, ellos están a cargo de sus propios sentimientos y reacciones.
Entienden que no se trata de lo que les sucede, sino de cómo responden a lo que les sucede.
Entonces, en lugar de decir “Me haces sentir…”, podrían decir: “Cuando esto sucedió, sentí…”
De esta manera, se apropian de sus emociones y reacciones.
Recuerde, tomar control de nuestros sentimientos y respuestas nos fortalece.
Nos permite navegar a través de los altibajos de la vida con más gracia y resiliencia.
Entonces, cuando estés a punto de decir “Me haces sentir…”, haz una pausa por un momento y considera cómo podrías reformular eso para apropiarte de tus sentimientos.
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