Si reconoces estos 15 rasgos, eres una persona muy resiliente

No importa cuánto desees que no sea así, la vida puede ponerte de rodillas a veces.

Levantarse de nuevo requiere fuerza.

Pero lo divertido de la vida es que cada vez que caemos y fallamos, poco a poco y de manera constante desarrollamos nuestra resiliencia en el proceso.

Es como un endurecimiento de nuestra capa exterior que nos ayuda a lidiar mejor con los golpes de la vida la próxima vez.

Si puede ver los siguientes rasgos en usted mismo, entonces felicidades, porque lo más probable es que ya sea bastante resistente.

1) Eres optimista

Es uno de los mayores testimonios de la fortaleza de alguien cuando no ha dejado que las cosas malas que le suceden lo conviertan en un cínico o pesimista.

Podemos creer erróneamente que esperar lo peor de alguna manera aminorará el golpe. Pero no funciona de esa manera.

En realidad, una visión positiva de la vida nos ayuda a adaptarnos a situaciones estresantes.

Investigación ha demostrado que ser optimista juega un papel mediador en la relación entre la resiliencia y el bienestar psicológico.

En lugar de dejar que las cosas malas te definan, puedes mirar tu futuro con esperanza.

2) Tienes confianza

Las personas seguras confían en sí mismas. Así que tienen fe en que pueden navegar en aguas agitadas.

Esa confianza en uno mismo es crucial.

Proporciona bases firmes que te mantienen fuerte. Te da un espíritu seguro de ti mismo que te anima a seguir adelante.

Esa confianza actúa como una barrera protectora para que no te tomes las cosas tan a pecho.

Al igual que el siguiente rasgo potencialmente sorprendente de nuestra lista…

3) Eres alegre

Sí, incluso la lucha no tiene que ser un total de lágrimas y angustia.

Las personas que pueden aprender a reír a pesar del dolor aligeran su carga.

Dejame darte un ejemplo.

Hace años me dejó un novio al que amaba. Así que no hace falta decir que apestaba… ¡a lo grande!

Siempre habíamos bromeado sobre nuestro guapo vecino, a quien llamábamos “Mike atractivo”.

Durante nuestra charla de ruptura, me volví hacia él y le dije con cara seria:

«Solo respóndeme una cosa honestamente… ¿Crees que tengo una oportunidad con el atractivo Mike?»

En toda la tristeza innegable aún logramos compartir una risa juntos.

No me malinterpreten, no se trata de tratar de descartar o ignorar las emociones negativas.

Pero la resiliencia no se trata de tomarse todo muy en serio, sino todo lo contrario a veces.

Es más fácil recuperarse cuando podemos encontrar sentido del humor sobre la mierda que la vida nos puede arrojar.

4) Eres de piel gruesa

Una vez más, creo que es importante señalar que desarrollar un poco de piel dura no se trata de cerrarse o apagarse.

Pero las personas que no solo pueden manejar las críticas y los comentarios, sino que también los toman en cuenta, tienden a hacerlo mucho mejor.

Eso es porque es una señal de que no tienes un ego tan frágil. Y son los frágiles egos los que realmente no pueden soportar ningún tipo de contratiempo.

Las personas de piel dura no se toman todo tan personalmente.

Recuerdan que todos enfrentan el rechazo y están menos inclinados a dejar que los demás los afecten.

5) Eres de mente abierta

Fijarse en sus caminos nunca es bueno para su resiliencia. Porque te pone rígido.

Te cierras a un potencial y una posibilidad infinitos. Cuando algo sale mal, es más probable que te fijes en los aspectos negativos.

Pero tener la mente abierta hace que sea más fácil aceptar las diferentes realidades y perspectivas de la vida.

Eres mucho más resistente al cambio.

6) Paciente

De todos los rasgos de nuestra lista, este es el que me resulta más difícil de alcanzar.

Suena algo tan simple, pero es difícil de practicar.

La vida presenta muchas frustraciones. Y los fanáticos del control pueden perder rápidamente la calma.

Nos obsesionamos con ciertos resultados que esperamos o plazos particulares a los que queremos apegarnos.

La paciencia nos enseña que debemos dejar ir.

Al hacerlo, somos capaces de tolerar los problemas o el sufrimiento sin desmoronarnos.

7) Organizado

No es el lema de Boyscout por nada:

‘Siempre estar preparado’ es un buen consejo cuando queremos manejar las emergencias de la mejor manera posible.

La planificación es otra forma de hacer nuestra parte para que podamos recuperar el control de manera constructiva.

De esa manera, no solo podemos estar listos, sino que también podemos forjar un nuevo camino a seguir…

8) Proactivo

Tomar la iniciativa es una forma maravillosa de sentirse más en control en medio del caos.

En lugar de convertirse en víctimas de las circunstancias, las personas proactivas toman el toro por los cuernos.

Se enfocan en lo que se puede hacer, en lugar de revolcarse en reflexionar sobre las cosas sobre las que no pueden hacer nada.

Deciden un plan de acción. Buscan las cosas que podrían ayudarlos a sentirse mejor. O toman medidas que marcarán una diferencia práctica.

Pero lo más importante es que no están esperando a que nadie se acerque y los salve. Dan un paso adelante y asumen la responsabilidad de sí mismos.

9) Determinado

En palabras de la canción de Billie Ocean de la década de 1980:

«Cuando las cosas se ponen difíciles, lo duro es ponerse en marcha.»

Ok, sé que estoy mostrando mi edad aquí. Pero lo que estoy diciendo es que cuando surgen problemas, las personas fuertes son firmes en su resolución de resolverlos.

La tenacidad es lo que te da el impulso para mantener el rumbo, en lugar de rendirte.

De alguna manera, eso a menudo también implica un poco de terquedad. Ser testarudo no siempre es algo malo.

En pequeñas dosis, esa testarudez es lo que te endurece. El fracaso no es una opción para ti, así que estás preparado para hacer lo que sea necesario para seguir adelante.

Pero aquí está la parte difícil:

Demasiado te endurece y te vuelve inflexible, lo cual, como veremos a continuación, nunca es bueno.

10) adaptables

Nos guste o no, el cambio es inevitable.

Naturalmente, también puede ser bastante desconcertante para nosotros. Cuando no sabemos qué esperar, amenaza nuestra sensación de seguridad.

Las personas más fuertes saben cómo doblarse para no romperse. Eso significa adoptar una actitud flexible sobre la marcha.

Aprenden a fluir con la vida, por lo que no pierden el tiempo y la energía luchando contra ella.

La adaptabilidad exige aceptación. Una vez más, debemos centrarnos en lo que podemos controlar y dejar de lado lo que no podemos.

11) Disciplinado

Este se reduce a la fuerza de voluntad.

Se trata de qué tan bien alguien se las arregla para autorregularse.

Porque eso te ayuda a mantenerte encaminado, te da una dirección clara y crea una estructura.

Todas estas son cosas que no solo nos ayudan a progresar y ser más exitosos. Pero también proporcionan un mecanismo de afrontamiento cuando las cosas no van tan bien.

Esa es una de las razones por las que puede ser reconfortante apoyarse en la rutina cuando estamos pasando por un momento difícil. Trae de vuelta una sensación de orden de nuevo.

12) Ingenioso

Piense en el ingenio como su acceso a herramientas prácticas que lo ayudarán en tiempos difíciles.

Pueden incluir cosas como:

  • Proponer soluciones creativas
  • Ser capaz de pensar en un problema analíticamente.
  • Apoyarse en el amor y el aliento de un amigo o familiar
  • Practicando el autocuidado
  • pensar más allá

Un estudio mostró que las comunidades ingeniosas eran mucho más resistentes frente a eventos desastrosos.

Tiene sentido, cuanto más apoyo tengamos al que recurrir, más fácil se vuelve la vida.

13) Orientado al crecimiento

Probablemente haya escuchado mucho sobre la importancia de tener una mentalidad de crecimiento.

Pero, ¿qué significa esto realmente?

Bueno, es la creencia de que quien eres es cambiante y puede ser creado constantemente. No está configurado.

Tus habilidades, talentos y habilidades siempre se pueden mejorar cuando trabajas duro y te aplicas.

Entonces, es fácil ver por qué este marco es tan importante para mantenerse motivado.

Si crees que todo está escrito en piedra, ¿por qué molestarse? Es mucho más probable que tenga un enfoque derrotista para enfrentar los desafíos.

14) Honesto

A primera vista, puede parecer que la honestidad de alguien tiene muy poco que ver con sus niveles de resiliencia.

Entonces, ¿cómo están los dos vinculados?

Porque tomar un enfoque veraz de la vida no es fácil. A menudo es mucho más fácil enterrar la cabeza en la arena que enfrentar la realidad.

La honestidad requiere autoconciencia y el coraje de mirar más allá de lo fácil y hacer lo correcto.

Este tipo de franqueza es la construcción del carácter, y esa fuerza de carácter es el signo de una persona dura.

15) Agradecido

Esto te ayuda a ver el lado bueno de la vida.

No estamos hablando de positividad tóxica. Está bien admitir cuando te duele o cuando sucede algo que te hace sentir mal.

Pero la gratitud puede ser un tónico maravilloso cuando sentimos que el mundo está en nuestra contra. Es lo que nos ayuda a encontrar nuestra perspectiva de nuevo.

Investigación ha demostrado que entre sus muchos beneficios está ayudarnos a sobrellevar las adversidades.

Ganamos fuerza al recordar que siempre hay cosas por las que sentirse agradecidos.

Ser capaz de notar y apreciar las pequeñas cosas de la vida nos ayuda a mantenernos firmes cuando los tiempos se ponen difíciles.

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